Representación del Chavo del Ocho con los profesoores del plantel para celebrar el dia del niño en convivencia con padres de familia
27/2/11
BAILE LOS PAYASOS
Presentación de los profesores con un baile de payasos para el festejo del dia del niño
A MI ESCUELA
Tal vez fui uno mas de los estudiantes,
quizás en aquel tiempo no te conocí,
no valoré cada rincón del salón,
cada palabra de mis maestros.
quizás en aquel tiempo no te conocí,
no valoré cada rincón del salón,
cada palabra de mis maestros.
Hoy que soy alguien,
comprendo lo que significas.
comprendo lo que significas.
de lo que quise ser.
Conocimiento, lucha y entrega.
¡Escuela de mi alma!
saber de los saberes.
Jugué de todo, aprendí para la vida,
me regocijé en inquietudes y
me acostumbré en ocasiones
me regocijé en inquietudes y
me acostumbré en ocasiones
a las malas notas y castigos
hoy te agradezco, a ti…¡maestro!
el esfuerzo…. la dedicación,
la atención ….y el entusiasmo,
para mi educación y mi futuro
Y para quien no estudia
¡Como se arrepiente!
¡Como se arrepiente!
¡Escuela de mi alma!....eres todo …
yo soy alguien…¡el es nada!.
R.L.G.
CUENTO PARA UN AMIGO
Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición...) La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él el siguiente diálogo: --"Buenos días".
"Buenos días" - Respondió el guardián.
"¿Cómo se llama este lugar tan bonito?" "Esto es el Cielo". Respondió --"¿Qu’e bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!"
"Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera". Y el guardián se ecercó a la fuente.
"Pero mi caballo y mi perro también tienen sed..."
"Lo siento mucho - dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales".
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de ‘árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía. "Buenos días" - dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
"Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro yo". "Hay una fuente entre aquellas rocas" - dijo el hombre, indicando el lugar. "Podéis beber toda el agua como queráis. El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre. "Podéis..., A propósito ¿Cómo se llama este lugar?- preguntó el hombre.
"El Cielo"………"¿El Cielo? ¿Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!" ….."Aquello no era el Cielo. Era el Infierno" - contestó el guardián. El caminante quedó perplejo. "Deberais prohibir que utilicen vuestro nombre! …Esta información falsa debe provocar grandes confusiones!" - advirtió el caminante. "De ninguna manera!” - increpó el hombre, "En realidad, nos hacen un gran favor, porque allá se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos..."
Jamás abandones a tus verdaderos Amigos aunque eso te produzca inconvenientes personales.
Si ellos han estado dándote su amor y compañía
Tener Amigo es una Gracia,
Tener un amigo es un Don,
Conservar un Amigo es una Virtud
Ser un Amigo es un Honor
"Buenos días" - Respondió el guardián.
"¿Cómo se llama este lugar tan bonito?" "Esto es el Cielo". Respondió --"¿Qu’e bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!"
"Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera". Y el guardián se ecercó a la fuente.
"Pero mi caballo y mi perro también tienen sed..."
"Lo siento mucho - dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales".
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de ‘árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía. "Buenos días" - dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
"Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro yo". "Hay una fuente entre aquellas rocas" - dijo el hombre, indicando el lugar. "Podéis beber toda el agua como queráis. El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre. "Podéis..., A propósito ¿Cómo se llama este lugar?- preguntó el hombre.
"El Cielo"………"¿El Cielo? ¿Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!" ….."Aquello no era el Cielo. Era el Infierno" - contestó el guardián. El caminante quedó perplejo. "Deberais prohibir que utilicen vuestro nombre! …Esta información falsa debe provocar grandes confusiones!" - advirtió el caminante. "De ninguna manera!” - increpó el hombre, "En realidad, nos hacen un gran favor, porque allá se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos..."
Jamás abandones a tus verdaderos Amigos aunque eso te produzca inconvenientes personales.
Si ellos han estado dándote su amor y compañía
Tener Amigo es una Gracia,
Tener un amigo es un Don,
Conservar un Amigo es una Virtud
Ser un Amigo es un Honor
BOSSY Y FONSSY LA TARTAMUDEZ
Las ratitas Bossy y Fonssy nos dicen: cual es el origen de LA TARTAMUDÉZ
11/2/11
NARCISO MENDOZA “EL Niño Artillero” (Breve historia)
El sitio de Cuautla es legendariamente célebre, no sólo en la historia de la guerra de la independencia de México, sino en la historia de las guerras del mundo... Es una siniestra epopeya hermana de las que cantan los nombres famosos de Cartago, Sagunto, Numancia...
Entre los episodios heroicos que originó aquel combate sin tregua de setenta y dos días, se destaca la acción del valiente niño Narciso Mendoza, conocido en la historia mexicana con el nombre de El Niño Artillero
Cuatro mil hombres bajo las órdenes de Morelos ocupaban el pueblo de Cuautla -algunos centenares de casuchas de barro y paja, apenas ligadas en torno de dos fuertes edificios de mampostería, defendidas por una artillería débil, malamente servida-, a punto de ser atacado por ocho mil soldados veteranos, bien armados, con poderosa artillería, que venían de realizar una campaña victoriosa sobre las fuerzas hermanas de las que ahora iban a combatir.
El 19 de febrero de 1812 a las siete de la mañana se inició el ataque de las fuerzas realistas contra las trincheras que los patriotas habían abierto para la defensa del pueblo. La lucha se empeñó con sin igual ardor por ambos bandos: de los dos lados se suceden los actos de arrojo, parece que ninguno de los combatientes quisiera ceder a su enemigo la palma del heroísmo; puede pensarse que una suerte de emulación trágica invita a unos y a otros a hacer abnegada ofrenda de sus vidas.
De súbito, entre los grupos de vecinos que conducen municiones a la barricada que defendía la bocacalle de San Diego, surge el grito de:
-¡Ya nos derrotaron...! ¡Vamonos ...! ¡Vamonos...!
Y los escasos servidores de la defensa vacilan, son presa del pánico y, desobedeciendo la voz de sus jefes inmediatos, huyen, abandonando la fortificación que habían jurado defender hasta el último aliento.
Entonces, los dragones realistas, sabiendo que la barricada está abandonada, embisten al galope de sus caballos, cayendo sobre ella en apretados pelotones...
Cuentan los testigos presenciales que, en el preciso instante de aglomerarse ante su mole para ir a coronarla y tomar la plaza, un humilde niño, llamado Narciso Mendoza, que había observado sombríamente el drama desde un montón de escombros, sabiendo que un cañón había quedado cargado, muerto un artillero, prófugos los otros, en un espontáneo arranque de patriotismo, y con total despego de la vida, corrió a la mecha y, sin vacilar, le dio fuego... La compacta muchedumbre enemiga fue barrida de un golpe; creyendo que la fuga había sido un ardid de los defensores, los dragones que quedaron con vida volvieron grupas y se alejaron al galope del parapeto fatal.
Ya por entonces, rechazados algunos ataques parciales en otras partes, Morelos llegaba con tropas de refresco. Éstas penetraron en las defensas y luego se desparramaron por las casas en escombros, dando muerte a los pocos atacantes que se habían hecho fuertes en ellas; cuando poco después los realistas intentaron un último asalto, desembocaron por su flanco gruesos pelotones de caballería insurgente que, amenazando cortar sus comunicaciones, los obligaron a una rápida retirada.
A las tres de la tarde y en tanto se retiran del pueblo maltrechas y heridas las fuerzas atacantes, luego de dejar en tierra lo más bravo y audaz de su gente, el heroico Niño Artillero se recogió a su rancho a buscar, entre los suyos, alimento y descanso
El sitio de Cuautla es legendariamente célebre, no sólo en la historia de la guerra de la independencia de México, sino en la historia de las guerras del mundo... Es una siniestra epopeya hermana de las que cantan los nombres famosos de Cartago, Sagunto, Numancia...
Entre los episodios heroicos que originó aquel combate sin tregua de setenta y dos días, se destaca la acción del valiente niño Narciso Mendoza, conocido en la historia mexicana con el nombre de El Niño Artillero
Cuatro mil hombres bajo las órdenes de Morelos ocupaban el pueblo de Cuautla -algunos centenares de casuchas de barro y paja, apenas ligadas en torno de dos fuertes edificios de mampostería, defendidas por una artillería débil, malamente servida-, a punto de ser atacado por ocho mil soldados veteranos, bien armados, con poderosa artillería, que venían de realizar una campaña victoriosa sobre las fuerzas hermanas de las que ahora iban a combatir.
El 19 de febrero de 1812 a las siete de la mañana se inició el ataque de las fuerzas realistas contra las trincheras que los patriotas habían abierto para la defensa del pueblo. La lucha se empeñó con sin igual ardor por ambos bandos: de los dos lados se suceden los actos de arrojo, parece que ninguno de los combatientes quisiera ceder a su enemigo la palma del heroísmo; puede pensarse que una suerte de emulación trágica invita a unos y a otros a hacer abnegada ofrenda de sus vidas.
De súbito, entre los grupos de vecinos que conducen municiones a la barricada que defendía la bocacalle de San Diego, surge el grito de:
-¡Ya nos derrotaron...! ¡Vamonos ...! ¡Vamonos...!
Y los escasos servidores de la defensa vacilan, son presa del pánico y, desobedeciendo la voz de sus jefes inmediatos, huyen, abandonando la fortificación que habían jurado defender hasta el último aliento.
Entonces, los dragones realistas, sabiendo que la barricada está abandonada, embisten al galope de sus caballos, cayendo sobre ella en apretados pelotones...
Cuentan los testigos presenciales que, en el preciso instante de aglomerarse ante su mole para ir a coronarla y tomar la plaza, un humilde niño, llamado Narciso Mendoza, que había observado sombríamente el drama desde un montón de escombros, sabiendo que un cañón había quedado cargado, muerto un artillero, prófugos los otros, en un espontáneo arranque de patriotismo, y con total despego de la vida, corrió a la mecha y, sin vacilar, le dio fuego... La compacta muchedumbre enemiga fue barrida de un golpe; creyendo que la fuga había sido un ardid de los defensores, los dragones que quedaron con vida volvieron grupas y se alejaron al galope del parapeto fatal.
Ya por entonces, rechazados algunos ataques parciales en otras partes, Morelos llegaba con tropas de refresco. Éstas penetraron en las defensas y luego se desparramaron por las casas en escombros, dando muerte a los pocos atacantes que se habían hecho fuertes en ellas; cuando poco después los realistas intentaron un último asalto, desembocaron por su flanco gruesos pelotones de caballería insurgente que, amenazando cortar sus comunicaciones, los obligaron a una rápida retirada.
A las tres de la tarde y en tanto se retiran del pueblo maltrechas y heridas las fuerzas atacantes, luego de dejar en tierra lo más bravo y audaz de su gente, el heroico Niño Artillero se recogió a su rancho a buscar, entre los suyos, alimento y descanso
Suscribirse a:
Entradas (Atom)